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martes, 23 de febrero de 2016

Senpai… notice me!

Sinopsis:



Ayane es una chica torpe, los problemas parecen buscarla a ella, pero tras esa torpeza se esconde toda la dulzura de una chica soñadora. A sus 17 años aún no ha experimentado el primer beso y ha sido rechazada por varios chicos lo que le ocasiona no tener una autoestima lo suficientemente alta cómo las demás chicas de su clase.
Su vida cambiará drasticamente cuando Inoo Kei, un nuevo compañero de instituto, llegue a su vida de la manera más inesperada, sin saber él que la presencia de Ayane traerá a su vida un sinfín de emociones.
Ambos tendrán que lidiar el uno con el otro cuando pareciera ser que el destino está empeñado a unirlos, así a Kei le resulte fastidiosa la mayoría de veces en las cuales Ayane con su torpeza, le arruine incluso los días.
Personajes que giraran en torno de ambos, un vínculo que les irá uniendo e incluso un círculo amoroso que les hará darse cuenta de lo que realmente hay en sus corazones.



Reparto Principal:
Inoo Kei





















Ayane Fujisaki























Kizaki Yuria






Daiki Arioka




Nakajima Yuto
























Satomi Ishihara
























Koyama Keiichiro





















Extensión: Serial de 9 a 10 capítulos.

Género: Romance, comedia, hetero.



jueves, 26 de noviembre de 2015

Kabuki Assassin Capítulo 2



— ¡Vamos! Yo no me dejaría matar tan fácilmente.
Cuando Rena pretendía ir hacía la cocina, chocó con algo, sus ojos se abrieron enormemente ante ello, ahora sentía cómo unas fuertes manos se apoderaban de su cintura y cómo a su vez, en su abdomen sentía un intenso dolor, el cual le hizo gritar fuertemente alarmando a los demás.
El temor y el desconcierto se apoderó de los chicos, una enorme cuchilla de metal se elevaba ante los ojos de todos y se clavaba en el abdomen de Rena, esta en un intento fallido quiso zafarse de quien la tenía sujeta con fuerza, los gritos de dolor de la chica se mezclaban entre los gritos de terror de los demás quienes entre el temor no sabía qué hacer en aquel instante. Aquel sujeto le dio la vuelta a la chica, esta quedando frente a los demás mientras por su abdomen empezaba a escurrir sangre.

¡HERMANO! –Gritó Yuka desesperadamente.
Hongo por su parte empezaba a gritar el nombre de las chicas, con su móvil pretendía llamar a la policía, pero de los nervios se resbalo de sus manos, en tanto Mariya quien intentaba huir de lo que estaba sucediendo, fue detenida inmediatamente por el sujeto del rostro oculto tras una máscara, al tomar a la chica, Rena cayó en seco sobre el suelo, Yuka y Hongo corrieron  hacia ella quien se encontraba herida y en medio del revuelo no se percataron cuando este colocó el cuchillo en el cuello de su nueva víctima.

Mariya cerró los ojos al sentir el frío metal en contra de su cuello, un fuerte grito de parte de Yuka y los quejidos de Rena se mezclaban en medio de la confusión del momento. En una rápida acción por parte de Shohei quién de pronto aparecía, intentó por mucho detenerlo, cuando aquel sujeto pretendía hacerle daño a la chica, una fuerte risa estalló, de inmediato quitó su máscara y reveló su rostro, temblorosa Mariya no se atrevía siquiera a mirar, este la soltó y ella cayó al suelo, entre tanta confusión Rena igual rió al ver las reacciones de los demás, siendo aquello toda una broma ejecutada por los dos, una broma que les heló la sangre y sembró el pánico momentáneo en aquel momento.

¿Qué demonios?
Preguntó Shohei mientras casi se abalanzaba sobre Jesse.
— ¡Tranquilo! Sólo era una pequeña broma…
Gritó Rena en lo que ahora se incorporaba y dejaba ver la mancha que tenía en su camisa, levantó la misma para que así todos vieran que no había herida alguna, Mariya levantó levemente la mirada para asegurarse de que todo era tal cual lo decía su amiga. Un fuerte suspiro escapó tanto de Mariya cómo de Yuka.
¡¿Qué clase de bromas son estas?! Shohei miró a Jesse con gran enojo ¿Qué tienes en la cabeza Jesse? Quedamos que nunca más volverían a hacer bromitas pesadas y tú Rena, ¿Cómo puedes seguirle el juego a él en todo?
Shohei cuestionaba realmente enojado, dejando finalmente a Jesse y dirigiéndose hacia Mariya para ayudarla a levantarse del suelo. Hongo con una mano en el pecho, respiró con gran alivio y se aproximo a Yuka, colocando una mano en el hombro de esta.
¿Estás bien?
¡Lo estoy! ¿Tú lo estás?
Hongo asintió en silencio y luego sin poder evitarlo, se echó a reír.
¡Par de idiotas! Creí que íbamos a morir, ustedes deberían tener prohibido el ver películas de terror.
Lo siento, pero sólo queríamos darles un pequeño sustoDijo Jesse apunto de reír.
Miren cómo dejaron a Mariya, saben que es más frágil, piensen las cosas antes de hacerlas, a la próxima seré yo quien te ponga en tu lugar, Jesse y tú Rena… Hubo un breve silencio mientras las miradas se posaban tanto en Jesse cómo en Rena mientras Yuka sacaba su enojo ¡Tonta! Pensé que en serio te había ocurrido algo.
Yo estoy bien… sólo fue el susto, la broma estuvo un poco pesada, pero vaya que me hicieron temblar, son muy originales, creo que se superan cada vez más.
Dijo Mariya de pronto y una sonrisa se curvó en los labios de Rena y otra en los de Jesse.
Lo sentimos en serio, esta vez se nos escapó un poco de las manos, prometemos que la broma del siguiente año será menos pesada.

Al decir esto Rena, Yuka le fulminó con la mirada y finalmente rió sacudiendo de manera leve su cabeza, bien era sabido que tanto Jesse cómo Rena eran especialistas en hacer bromas, no sólo a sus amigos, sino que también a los profesores.  Algo que recordó en ese instante Yuka, fue la broma hecha al profesor de deportes cuando le bañaron de un líquido verdoso que ellos mismos habían creado, el profesor pasó semanas con el cabello y el rostro verde, pareciendo Grinch por su aspecto, fue divertido para todos ver cómo incluso las orejas del profesor tenían un color verde.

Será mejor que ordenemos un poco todo esto, antes de que lleguen tus padres, Yuu Jesse dijo esto y se dirigió hacia la mesita de centro a empezar a ordenar los DVD’s que tenían sobre la misma Lamento la broma, en realidad fue idea mía, Rena sólo me apoyó… lo siento Mariya, no quisimos causarte tan mal momento, lo siento Shohei…
¡Idiota! Para la próxima espero sean más consciente de lo que hacen… llevaré a Mariya a la cocina para calmar sus nervios un poco.
Pero estoy bien Protestó la chica.
Nada de eso, señorita, mírese cómo está blanca cómo la cera y temblorosa cómo gelatina Shohei sonrió y llevó una mano al rostro de la chica, con la yema de sus dedos acarició suavemente la mejilla de Mariya.

Durante el tiempo que se demoraron ordenando la casa, estuvo todo en silencio, un incomodo silencio que mientras les hacía pasar el susto, les sirvió para dejar todo en completo orden, Jesse y Rena ayudaron a Yuka y a Hongo en lo que podían. Cuando estaban por terminar, Rena miró a su amiga, abultando levemente sus labios y abrazándose a ella de manera cariñosa.

¿Nos perdonas?
Preguntó y Yuka se hizo la indiferente en ese instante. Jesse al igual que Rena, se acercó a Yuka y colocó sus brazos sobre la cabeza de la más baja.
Perdónanos, Yuu… prometemos que no lo volveremos hacer.
Hmm… Yuka se mantenía indiferente ante las suplicas de estos dos.
¡Por favor!
Rena la abrazó con melosidad y en ese momento Yuka la miró y rió entre el enojo que aún sentía.
¡Bueno! Dijo finalmente la chica que se encontraba apretujada entre Rena y Jesse Pero en serio, prometan que nunca volverán a hacer algo así.
¡Lo prometemos! Dijeron al mismo tiempo.
Rena se apartó y Jesse levantó a Yuka del suelo, esta entre risas pedía que le bajara, pero el más alto no atendía sus palabras, en cambio la meció un poco sosteniéndola en el aire y si no fuera por Hongo que se acercó para palmearle con suavidad la espalda, no hubiese bajado.
¡Bueno, bueno! Creo que viene siendo hora de que nos vayamos, los padres de Yuka no deben demorar, ¿Esperamos a Mariya? Preguntó Hongo.
Creo que Yagi se quedará esta noche a dormir, además supongo que querrá pasar algo de tiempo con Shohei, ya saben.

Asintieron y rieron por lo bajo, bien era sabido entre ellos la relación estrecha que se formaba entre estos dos.
Pasado un rato Yuka acompaño a sus amigos para despedirlos antes de que se marchara cada uno a sus casas, Jesse le regaló la máscara a Yuka y esta quedó en conservar la misma cómo el recuerdo de la última broma y de la promesa del chico en no volver a hacer algo semejante.
Cuando finalmente se marcharon, ella se aseguró se cerrar bien la puerta de la casa, mientras lo hacía su móvil sonó, la llamada entrante era de su madre, a lo que se apresuró en contestarle.

¡Hola, mamá!...
Yuka-chan, ¿Está todo en orden?
Preguntó la voz del otro lado.
¡Sí! Hace unos segundos los chicos se fueron, Yagi se quedará dormir aquí, así que probablemente pediremos una pizza para cenar. ¿Papá y tú van a demorar esta noche?
Mmh… creo que un poco más, tu padre tiene una reunión y yo quedé en encontrarme con unas viejas amigas, ¿Podrías pedirle a Shohei que prepare algo para cenar?
Shohei está ocupado con lo de sus exámenes, no quiero molestarle, no te preocupes, yo me encargaré de ello.
Entonces nos veremos, hija.

Al cerrar la llamada, Yuka se adentró en la cocina para así limpiar un poco la misma, su intención era pedir una pizza ya que realmente no tenía ganas de comer algo más, no después de haber pasado casi toda la tarde comiendo toda clase de snacks y seguramente o lo más probable era que Mariya e incluso su hermano, querrían comer algo rápido.
Mientras la casa quedaba en completa tranquilidad, Mariya le hacía compañía a Shohei, esta estando más tranquila que antes, se encontraba ahora sentada sobre un sillón amplio y de color blanco junto a la ventana del cuatro de Shohei, la habitación daba a la parte trasera de la casa, la vista de la misma daba a un lote baldío, algunos herbazales adornaban parte alrededor del mismo y amenazaban con extenderse  a lo largo de aquel terreno abandonado que años anteriores sirvió cómo campo de deporte de la zona y ahora pretendían llenar de algunas casa más o al menos era el proyecto de la zona donde vivían.

Ya pronto terminas la universidad, ¿Qué harás luego?
Trabajar…Rió y dejó lo que estaba escribiendo para ir así hacia donde estaba la chica, abrazándose a ella con bastante fuerza y empezando a besar el cuello de la misma.
Ya sé que vas a trabajar, ¿Pero te han dicho donde?
Aun no lo sé, primero debo terminar y supongo que cuando me gradúe buscaré algún trabajo para así poder mantenerte y  casarnos.
Ante estas palabras, Mariya rió y seguido de ello botó un suave suspiro, con algo de fuerza lo abrazó e hizo que sus piernas se abrazarán de igual manera al cuerpo del mayor.
¿Estás seguro que mis padres permitirán que me case contigo?
No lo sé, pero haré lo posible, mientras será mejor que sigamos en secreto, no quiero traerte problemas y este año finalizas el instituto, ¿Sabes que vas a estudiar en la universidad?
Hmm… pues, mis planes para la universidad son los de estudiar periodismo, ya lo tengo decidido.
Shohei arqueó una de sus cejas, rió con cierto orgullo y sin previo aviso empezó a besar una y otras vez a la chica.
Me alegra el que hayas tomado una decisión, pensé que seguirías con lo de ser modelo, aunque te iría bien de ello estoy seguro y yo iría a verte siempre.
¡Serás un buen esposo! No te enamores de alguien más…
No lo haré, sólo te quiero a ti.
Ambos sonrieron y de un momento a otro Mariya se separó para así incorporarse.
Te dejaré solo ahora, no quiero interrumpir tus estudios y será mejor que vaya con Yuka-chan, antes de que venga a buscarme aquí.
En el momento que Mariya miró a la ventana, fijó su mirada en una silueta que parecía estar en el terreno abandonado, su entrecejo se arrugó levemente puesto que ya estaba bastante oscuro y le era imposible poder ver bien de quien se trataba, aquella silueta a lo lejos parecía ser la de un hombre bastante alto, el mismo estaba inmóvil y con la mirada fija a la ventana del cuarto de Shohei. Un escalofrío recorrió su cuerpo y miró al chico que ahora había regresado a su escritorio.
Shohei… alguien está mirando hacia acá…
¡¿Eh?!
El chico dejó nuevamente lo que estaba haciendo y caminó hacia donde estaba la chica frente a la ventana, cuando Mariya volvió la mirada, ya la extraña silueta no estaba, miró al chico y este a ella con algo de extrañeza.
¿Dónde? No veo a nadie.
Hmm… me pareció haber visto a alguien parado del otro ladoSacudió su cabeza un poco en ese momento y dejó escapar un prolongado suspiro O tal vez sigo nerviosa y fue sólo mi imaginación.
Shohei sonrió y dio un beso en contra de la mejilla de ella.
Tal vez sea eso, ve con Yuka y asegúrate de comer algo, luego vayan a descansar.

Mariya asintió, se despidió de él y cruzó la habitación para así ir hacia la puerta, dejando solo al chico el cual se quedó durante unos segundos mirando por la ventana, negó un poco ante la idea de que hubiese alguien del otro lado, cerró la ventana y a la vez las cortinas para así regresar a lo que estaba haciendo, aquella noche pasaría en vela preparándose para sus exámenes del día siguiente.
La figura extraña que había visto Mariya poco antes, no había sido producto de su imaginación, algo o alguien del otro lado parecía estar vigilándolos de manera sigilosa y al parecer sin motivo aparente.


«Continuara»

viernes, 28 de agosto de 2015

Lycanquinesia Capítulo 2



        Un desconocido misterioso y el descubrimiento de una habilidad impresionante.

Él nos miraba por debajo de su capucha, su expresión era fría e incluso me causo un fuerte escalofrío, Juri y yo intercambiamos miradas. Me acerqué a él lo más rápido que pude, dejando a Juri unos pasos atrás, al llegar frente a él, lo mire con algo de curiosidad, señalando su camioneta.
Tú… ¿Estuviste aquí anoche?
Le pregunté al chico esperando una respuesta, pero solo me miró en silencio, para luego caminar hasta la puerta de su camioneta, pero antes de entrar volvió a repararme de la cabeza a los pies, como intentado ver algo más en mi.
Solo por curiosidad… ¿Tú estuviste aquí hace unas horas?
Tenía que preguntar, digo… ¿Quién iba a regresar a esa carretera solo por curiosidad? Era de las más solitarias cerca del parque.
¿Qué te sucedió? Tienes algunos rasguños en tu rostro.
Él por fin había dicho algo y eso despertó  aún más la curiosidad en mí.
Tuve un accidente— Mentí.
El se acercó lo suficiente a mí logrando ponerme muy nerviosa al hacerlo, me tomó con fuerza de uno de mis brazos, intente zafarme pero él me sostuvo con mucha más fuerza.
¡Tú!   Me miró abriendo desmesuradamente sus ojos Tú eras lo que se atravesó frente al auto anoche. ¿Te atacó esa cosa?
Por un momento no sabía que responder, creo que enmudecí frente a él, entonces si estaba ahí, fue su auto lo que terminó matando a la cosa o al menos eso creía yo. Las palabras no me salían, intenté hablar pero me fue imposible y por alguna maldita razón sentía que mi cuerpo picaba demasiado, mi piel sentía que se irritaba.
¿Viste lo que sucedió?
Fue entonces cuando Juri preguntó, mirando al chico, de casi la misma estatura de él. Este pasó a observarlo de inmediato y negó al escuchar la pregunta, mirándome nuevamente a mí.
Solo se atravesó algo en mi camino…  ¿Fuiste atacada por algo?— Me reparaba con la mirada, como si quisiera sacarme la verdad por medio de la misma o como si intentara leer mis pensamientos.
¿Qué era eso? ¿Lo mataste? Eso no parecía ser un jodido perro, esa cosa casi termina matándome anoche Dije algo exaltada en ese momento.
Juri seguía de pie al lado mío y ambos frente al chico, que por cierto no soltaba mi brazo y lo sujetaba con gran fuerza ¿Pretendía arrancarlo o qué? Entonces hizo una seña con su cabeza para que subiéramos a la camioneta, iba a hacerlo ¿Qué podía ser peor en ese momento después de lo de anoche? Pero antes de hacerlo, Juri me detuvo, jalándome a un lado para decirme algo y seguramente ya sabría lo que diría.
¿En serio? ¿Vas ir con alguien que no conoces?
Miró al chico y sonrió fingiendo algo de amabilidad, seguro él había escuchado aquello.
Sí ¿Por qué no? Puede que él sepa algo y yo quiero saber que era esa cosa que se me abalanzo encima anoche.
¡Sí! Tenía razón, era un desconocido, inspiraba desconfianza, pero algo me decía que él sabía o tenía el conocimiento de algo. Al final pude convencer a Juri y ambos entramos en la camioneta de aquel chico misterioso que parecía conocer lo que estaba pasando, me estaba rascando ahora todo el cuerpo, brazos, cuello, piernas y hasta mi rostro, era desesperante, mi piel picaba y ardía a la vez. Esto llamó la atención de ambos.
¿Estás bien?
Preguntó Juri al verme rascando toda mi piel, no respondí, solo negué ¡Pero qué maldita picazón tenía ahora! Encima sentía que estaba sudando ¿Sudar? Ellos estaban abrigados por el frío que hacía, pero yo no lo sentía, tenía ganas de desprenderme de la gabardina de Juri y quedarme solo con la horrible bata que llevaba debajo, pero no lo hice.
Escucha, la cosa esa que te atacó, no está muerta, sigue viva y lo más probable es que venga por ti después.
¡¿Eh?! Dijo Juri.
¿Qué rayos dices? Lo vi tirado a un lado, parecía muerto…
Llevo unos meses buscando esa maldita cosa y no es fácil acabar con él.
El auto seguía en marcha, él no dijo nada más hasta que por fin llegamos a una pequeña casa, alejada de todos, Juri y yo bajamos cuando este detuvo su camioneta. Nos hizo pasar a la casa, por ratos notaba a Juri algo distraído pero no pregunté el porqué. Cuando entramos nos sentamos en un gran sofá en medio de la sala, él hizo lo mismo, pero antes había tomado una foto, la cual nos mostró a ambos, en ella estaba él y otro chico, un poco más alto y mayor que él.
— Él era mi hermano, hace unos cinco meses, mientras regresaba a casa, fue atacado por algo, al principio no supo que había sido, empezó a tener algunos síntomas extraños, fue con algunos médicos pero no sirvió de nada, las heridas que tenía sanaron antes de tres días, completamente cerradas ¿Te mordió a ti?
Miré a Juri y él a mí, asentí ya que en la mañana las heridas que tenía estaban empezando a sanar pese a los puntos que habían hecho en ellas.
— ¿Dijiste que las heridas sanaban antes de tiempo? –Extendí mi brazo remangando la gabardina que tenía, pero esta no logró subir, así que opté por quitármela y dejarme ver en aquella bata de hospital, Los puntos estaban apretados y la herida que estaba saturada se veía cerrando de una manera impresionante.
— ¿En qué otro sitio te mordió?
Le señale mi costado derecho, seguía rascando mi piel y sudando como si estuviera en un sauna.
— Ese animal, si es que puedo llamarlo así, es un licántropo, no fui yo quien lo atropelló, pero estuve cerca, el auto que lo embistió se dio a la fuga, tal vez se asustó quien conducía, puedo asegurar que es el mismo que atacó a mi hermano aquella vez, ahora está en celo y tú fuiste su víctima.
— No entiendo nada ¿En qué me afecta su ataque?
— Tú has dejado de ser humana, una vez esa bestia te muerde, te infecta, es como si te mordiera un perro con rabia, tu sangre ya está infectada de la misma y tendrás consecuencias debido a eso.
— ¿Dónde está tu hermano ahora?
Fue la pregunta hecha por Juri, noté cierta malicia en su pregunta, pero le ignoré.
— Él murió y ella puede llegar a tener el mismo destino.
— No quiero morir, ¿Qué se supone que me sucederá ahora?
Estaba aterrada con lo que está escuchando y más aún, me aterraba el hecho de que era lo que estaba por suceder conmigo.
— Vas a empezar a mostrar muchos cambios físicos y emocionales, cuando esto le pasó a mi hermano mayor, su cuerpo empezó a cambiar, empezó a convertirse en uno de ellos. La única solución a eso, fue acabar con él. Su instinto salvaje empezó a mostrarse en su comportamiento, cuando te conviertes en uno…Solo piensas en una sola cosa y es matar, porqué querrás probar la sangre y una vez lo hagas, estás perdido. Hay un método para detenerlo, pero no es definitivo, eh buscado miles de formas para que esto funcione, pero aun no lo encuentro. La transformación, una vez empieza, no hay marcha atrás y tu sed de sangre te llevará a cometer las peores cosas que hayas podido imaginar.

Contaba esto con una frialdad increíble, realmente me quedé helada ahora, hasta el calor que despedía mi cuerpo había cesado, tomó su computadora portátil y en ella parecía buscar información. ¿En serio estaba sucediendo todo esto? Me sentía muy contrariada y Juri igual, creo que mi cabeza empezaba a doler y con ello mi espalda también, más bien mi columna, sentía un fuerte dolor ahí. ¿Me iba a transformar en esa cosa? Sentía miedo ahora, quería salir de ahí, correr a mi casa y encerrarme en mi habitación sin que nadie estuviera conmigo.
— Mencionaste un antídoto ¿De qué trata? —Preguntó Juri.
— Es una planta, una flor, se conoce como “matalobos” lo supe después de que mi hermano pasara por todo esto, pero realmente no tengo idea de cómo prepáralo.
— De acuerdo… yo solo quiero irme a casa ahora, darme un baño y dormirme unas largas horas… esto no puede ser real, debe ser una maldita pesadilla y voy a despertar en unas horas.
Reí con nerviosismo, levantándome del sofá, colocándome la gabardina de vuelta y dirigiéndome a la puerta para salir de ahí. Escuche cuando Juri me llamó por mi nombre para que me detuviera, pero estaba alterada ahora y solo quería largarme a casa.
— ¿Podemos seguir hablando de esto más tarde?
Le preguntó Juri, no sé qué le respondió porque yo ya había puesto un pie fuera de la casa y estaba por largarme, al salir el susto fue enorme, caí al suelo de inmediato, esa cosa estaba ahí y corrió hacía mi, solo pude gritar, pero ya lo tenía encima, mi grito les alarmo a ellos que al asomar por la puerta se asustaron al verlo, realmente era enorme y espeluznante. Intenté volver a entrar, pero la bestia se colocó encima de mí, su aliento lo sentía golpear mi rostro ahora, sino morí anoche, seguro lo haría ahora y en los dientes de ese animal enorme. Entre la confusión escuché como ambos gritaron para que alejara la atención de mi, la bestia no se inmutó a verlos, solo me gruñía con rigor, no sé qué sucedió luego, solo pensé en golpearlo con algo, pero no había nada cerca para hacerlo, le di una patada como pude, esto lo hizo enojar aun más, intentando levantarme y casi teniéndolo encima mío, solo pensé en que este saliera volando lejos de mi y así fue… se fue a estrellar con gran fuerza contra un árbol, al hacerlo chilló un poco y quedó ahí tendido, lo próximo que escuche fue un fuerte disparo…

Ya inicio, ya no se detendrá y mucha sangre se derramará…

Ahora me veía a mí, mis ropas estaban rasgadas y yo estaba muy golpeada, intentaba correr pero no podía, no encontraba la forma de escapar ¿Qué era todo esto? Pensaba… Hace un rato podía asegurar que no estaba aquí, ahora… Ahora estaba en medio de un bosque, casi oscurecía y yo parecía huir de algo, no entendía nada, hasta que volví a ver aquella bestia enorme que salía tras de unos árboles, fue entonces que me di cuenta que realmente no era el mismo que me había atacado, se veía muy diferente, ser acercaba a mí y por alguna razón no podía siquiera moverme. En un abrir y cerrar de ojos estaba frente a mí, inmóvil, solo me observaba, sus ojos eran tan fríos que me daba miedo, pero en ellos había algo más, como si quisiera decirme algo, de pronto ya estaba ahí, ahora parecía ser otra escena y yo estaba dentro de una habitación llenas de espejos y estaba completamente desnuda, sólo mi largo cabello cubría mis pechos.
Empecé desplazarme por la misma mientras escuchaba gruñidos que parecían ser del animal ese que me atacó, mientras más caminaba, más podía ver mi reflejo en los espejos, pude asegurar haber visto a Juri y a ese otro chico e intente correr hacia ellos pese a mi desnudez, pero… no estaban, al detenerme frente a un gran espejo pude ver como mi cuerpo de veía tan diferente de lo que era, como mis manos ahora parecían garras, mi cabello se tornaba gris y mis ojos del mismo color ¿Qué estaba pasando ahora? No lograba entender nada y mi miedo crecía, bajé la mirada por unos minutos y al volver a mirar mi reflejo lo que me encontré fue la misma bestia que había tenido enfrente hacía un rato ¿Era yo acaso? Me iba a convertir en esa cosa y al parecer no había vuelta atrás, el espejo empezó a mancharse de sangre, escuché como si este se quebrara frente a mí y veía como los pedazos saltaban incrustándose en todo mi cuerpo, fue cuando desperté.
Me senté en la cama donde ahora me encontraba, no llevaba la gabardina y podía escuchar afuera de aquella habitación, las voces de Juri y el chico que acabábamos de conocer, no lograba escuchar con claridad, por alguna extraña razón me sentía desnuda y sucia, quería cambiar de ropa ahora ¿Cuántas horas habían transcurrido desde entonces? Había un espejo a un lado, caminé hacia él, al verme me quedé casi en shock ¿Esa que se veía reflejada era yo? Estaba terriblemente pálida y ojerosa, mi cabello lucia tan mal y mi piel estaba llena de pequeños rasguños.
¡Demonios!
Dije al verme así en tal estado, descubrí lentamente mi hombro, tenía unas marcas en el mismo y luego pasé a mirar las heridas, la de mi costado, levanté lentamente la bata para poder echar un vistazo, los puntos saturados en ella estaban tan apretados ahora, pero lo que llamó más mi atención fue un raro detalle en las heridas… ¿Qué demonios era eso? Traté de observar mejor, me causo asombro el hecho de que en ellas parecía estar saliendo… ¿Pelo?
Miré ahora las que tenía en mi brazo y estaba igual, entre los puntos y la piel estaban saliendo pelos ¡Tenía que ser una jodida broma! Me alarmé aun más, mi espalda seguía doliendo ¿Por qué me dolía tanto? Ahora buscaba en mi cuerpo a ver si tenía otro cambio extraño en el, para mi fortuna, solo me estaba saliendo pelos, hasta ahora… Quería llorar, estaba asustada y todo era tan extraño para mí, al sentir miedo me lleve las manos a la cabeza ya que todo me estaba dando vueltas de nuevo, caí sentada al suelo cerrando fuertemente mis ojos y por alguna razón aun más extraña; todo en el empezó a moverse, las luces se encendían y apagaban solas ¿Qué pasaba ahora? Quería que todo terminara, quería despertar de esta pesadilla, la ventana golpeaba otra vez contra su propio marco, algunas cosas cayeron estrepitosamente al suelo, un juego de química rodo frente a mí, incluso la cama empezó a saltar hasta que la puerta se abrió apareciendo Juri y aquel chico, no preste mucha atención a sus expresiones solo sentí cuando los brazos de Juri me levantaban del suelo, todo era tan confuso ahora, al poco tiempo todo se detuvo y un silencio sepulcral se apoderó de la habitación donde ahora nos encontrábamos los tres y todo estaba tirado en ella.
¿Esto es normal en esta situación?
Escuché la pregunta de Juri que iba dirigida al otro chico.
No…
Él respondió en seco, volteé a ver que hacía, estaba de espaldas a mí, cuando dio la vuelta tenía en sus manos una enorme jeringa que ahora aproximaba a mí.
¿Qué es eso?
Volví a escuchar la voz de Juri.
Es un tranquilizante, le va ayudar a descansar un poco.
Cuando se acercó para inyectarlo, me moví con brusquedad, golpeándolo en la cara con fuerza y levantándome de la cama donde Juri me había sentado,  para correr ahora hacía la puerta.
¡Detenla! Gritó él.
Juri hizo su intento por detenerme, al intentar hacerlo salió disparado chocando contra una pared de la habitación. Entonces me detuve aun más aterrada frente a la situación, ahora les había hecho daño a ellos, no quería hacerlo, sus rostros se veían aterrados, el otro chico tenía sangre en su nariz, mi cuerpo estaba tan tembloroso que me recosté en la puerta, deslizándome de a poco hasta quedar sentada en el suelo, viendo todo el desastre que ahora yo había ocasionado. Empecé a llorar, nada parecía ser solo una pesadilla, todo era tan real que me hacía temblar de miedo.
Pasado un rato y poco más calmada, ellos conversaban a un lado, yo con una taza de té en mis manos recordando con detalle todo lo que estaba ocurriendo en mi vida. Aquel chico del cual aun no conocía su nombre, me miraba de vez en cuando, ahora parecía hacerlo con algo de compasión, solo pensé que me miraba de ese modo porque sabía mejor que nadie lo que estaba ocurriendo conmigo, porqué él lo había vivido de cerca.
  Necesito un baño… Dije de pronto y con la voz algo débil, pero no tenía ropa para cambiarme ¿Puedo ir a casa?
No, es mejor que te quedes aquí, al menos hasta que él yo encontremos la forma de que el antídoto funcione de manera completa.
Fue lo que me dijo aquel chico, contra mi voluntad no podía hacer más que aceptar, después de lo que les había hecho no quería imaginar que era lo que podía llegar a hacer si esto avanzaba más y más, Juri me miró como tratando de tranquilizarme, sentí odio hacia mi misma y sabía que podía llegar a hacerles daño si continuaba de este modo.
Yo iré a tu casa y regresaré con algo de ropa, en tu mochila encontré las llaves, así que iré y volveré con algo para que te cambies, lo mejor será que no te muevas de aquí, no por ahora, cuando regrese, seguiré buscando con Kikuchi-kun, una forma de que el antídoto te pueda ayudar, no voy a dejar que mueras.
¡Rayos! Ahora quería llorar de nuevo, en que lío lo estaba metiendo a él, me sentía tan culpable.
Sería bueno que te amarremos a la cama, no se sabe cuándo volverá a salir tu instinto de querer lastimar y peor aun con eso que no se qué demonios haces pero mueves todo a tu paso, mientras entras en crisis… eres peligrosa. Comentó en lo que preparaba otra jeringa nueva Pero por ahora solo te inyectaré esto, para que logres dormir algo.
Se acercó a mí, tomó mi brazo derecho y justo en mi antebrazo  clavó la aguja, pasado unos minutos empecé a sentir mis parpados pesados, ellos hablaban, pero ya no distinguía ni sus voces, ni quien hablaba o que decían, no supe nada luego, todo había vuelto a oscurecerse, había caído en un profundo sueño ahora.

Continuara…